Hoy, jueves 28 de noviembre, es un día especial en el calendario litúrgico, ya que se celebra a Santa Catalina Labouré, una santa francesa recordada por las apariciones de la Virgen María que inspiraron la creación de la Medalla Milagrosa. Catalina, cuyo nombre significa «mujer pura» o «inmaculada», sigue siendo un símbolo de fe y devoción para miles de personas en todo el mundo.
Santa Catalina nació en Bretaña, Francia, en 1806, en el seno de una familia humilde. Desde joven, mostró un gran deseo de consagrar su vida a Dios, aunque sus circunstancias familiares la obligaron a asumir responsabilidades domésticas desde muy temprano. A los 24 años, tras varios intentos, ingresó al convento de las Hermanas de la Caridad de San Vicente de Paúl, donde tuvo experiencias místicas que marcaron su vida.
La más famosa de estas ocurrió el 27 de noviembre de 1830, cuando la Virgen María se le apareció en la capilla del convento y le mostró un diseño que debía ser plasmado en una medalla: «Oh María, sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a ti». Esta imagen se convirtió en la conocida Medalla Milagrosa, de la cual ya se habían distribuido más de 130.000 ejemplares en Francia para 1836.
Santa Catalina pasó el resto de su vida en humildad y servicio en el convento, cuidando a los enfermos y los pobres, y evitando protagonismo pese a su papel en los eventos milagrosos. Falleció en 1876 y fue canonizada en 1947.
También te puede interesar: El Papa Francisco: Construir paz y justicia desde el amor de Cristo
Estos santos representan diversos momentos y tradiciones de la historia cristiana, inspirando a los fieles con sus vidas ejemplares de fe y sacrificio.
Recibe todas las novedades, contenido exclusivo y programación especial directamente en tu correo.