La historia de la Medalla Milagrosa se remonta al convento de las Hijas de la Caridad en París, donde Santa Catalina Labouré, una joven novicia, tuvo tres apariciones de la Virgen María. En la visión del 27 de noviembre de 1830, María se presentó sosteniendo una esfera dorada que representaba al mundo, especialmente a Francia, en un momento de grandes dificultades económicas y sociales.
La Virgen le pidió a Catalina que mandara acuñar una medalla con el diseño mostrado en la visión, asegurándole que quienes la portaran con fe recibirían grandes gracias. En la medalla aparecen las palabras: «Oh María, sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a ti». Los rayos de luz que salen de sus manos simbolizan las gracias divinas que María obtiene para quienes las solicitan, aunque algunos rayos permanecen apagados, recordando las gracias no pedidas.
Desde entonces, la Medalla Milagrosa se convirtió en un signo de protección y consuelo para millones de fieles en todo el mundo, reafirmando la intercesión de María como madre de todos los cristianos.
Además de la Virgen de la Medalla Milagrosa, este día se rinde homenaje a otros santos y beatos cuyo ejemplo inspira a los fieles a vivir en el amor de Dios. Entre ellos se encuentran:
También se celebran las vidas de otros santos menos conocidos pero igualmente venerados, como San Valeriano, San Virgilio de Salzburgo, San Primitivo, San Saturnino, entre otros.
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El proyecto de ley no solo elimina el matrimonio infantil, sino que también permite que padres y tutores legales soliciten la nulidad de matrimonios donde una de las partes sea menor de 18 años. Además, insta al Estado a realizar campañas de sensibilización, especialmente en zonas rurales, para educar sobre los efectos negativos del matrimonio infantil y sus consecuencias en el desarrollo social y personal de las menores.
Con la firma del presidente Petro, esta ley se sumará a las políticas nacionales de protección a menores, representando un avance importante en la defensa de los derechos de la infancia en Colombia.
El 27 de noviembre no solo es un día para recordar las vidas ejemplares de los santos, sino también para reflexionar sobre el llamado personal a la santidad. La Medalla Milagrosa nos invita a confiar en la protección de María, a pedir las gracias que necesitamos y a vivir una vida de fe auténtica.
Asimismo, los santos celebrados hoy nos muestran que, en medio de las adversidades, es posible vivir con esperanza, entrega y fidelidad a Dios. Su testimonio inspira a enfrentar las dificultades con el corazón puesto en el amor divino.
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