El Papa Francisco: Esperanza y Acogida para Refugiados, Migrantes y Víctimas de Guerra
El Papa Francisco destaca el rol de la Iglesia como “Hospital de Campaña” para llevar esperanza a refugiados, migrantes y víctimas de conflicto
Durante el tercer encuentro de “Iglesias Hospital de Campaña”.
En su audiencia a los participantes del tercer encuentro de “Iglesias Hospital de Campaña” celebrado en Roma, el Papa Francisco agradeció a los presentes su compromiso en favor de los más necesitados, especialmente los refugiados, migrantes y personas en situación de vulnerabilidad. Durante su intervención, resaltó tres pilares fundamentales para la Iglesia: anunciar a Cristo mediante la acogida, reparar las desigualdades y sembrar esperanza.
La Iglesia como Hospital de Campaña
En el evento, promovido por la Asociación Mensajeros de la Paz, el Papa destacó la importancia de que la Iglesia sea un “hospital de campaña” que busque a los que necesitan ayuda más allá de sus paredes. “Tenemos que ir a buscar a los pobres”, afirmó, subrayando que el Evangelio se lleva a la práctica en el servicio concreto a los más necesitados.
Migrantes: Los Hijos que No Queremos Tener
Francisco se refirió también a la acogida de migrantes, indicando que, aunque algunos países los ven como una carga, representan una oportunidad en contextos de envejecimiento poblacional. “Son los hijos que no queremos tener”, expresó, aludiendo a las bajas tasas de natalidad en Europa.
Reparar las Desigualdades y Defender a los Vulnerables
El Papa insistió en que la Iglesia debe ser activa en reparar las desigualdades entre ricos y pobres, además de proteger a los ancianos y niños explotados. “Los ancianos son fuente de sabiduría”, dijo, lamentando el aislamiento de los mayores en geriátricos y la explotación de niños en labores no aptas para ellos, como la recolección de arándanos en condiciones de hambre y vulnerabilidad.
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Sembrar Esperanza en Medio del Dolor
El Papa concluyó subrayando la necesidad de sembrar esperanza en las personas más afectadas por el conflicto y la pobreza, especialmente en aquellos que han vivido el horror de la guerra. Lamentó la pérdida de la sonrisa en los niños ucranianos que han conocido el sufrimiento de los conflictos, y llamó a recordar que la esperanza cristiana supera cualquier situación.
Al final, el Papa invitó a todos, creyentes y no creyentes, a servir a los más pobres, ya que, según sus palabras, “incluso los ateos pueden servir a Jesús en los pobres”, haciendo un llamado a que la solidaridad y la compasión trasciendan las creencias.