El Papa Francisco conmemora el 40º aniversario del tratado de paz entre Argentina y Chile

En un emotivo acto celebrado en la Sala Regia del Vaticano, el Papa Francisco recordó el 40º aniversario del tratado de paz y amistad entre Argentina y Chile

Un acuerdo que evitó el conflicto armado por el canal Beagle

Un tratado que marcó un hito histórico

El tratado, firmado en 1984 bajo la mediación del Papa San Juan Pablo II, resolvió de manera definitiva una disputa territorial que estuvo al borde de desencadenar una guerra entre ambas naciones sudamericanas. Francisco recordó las intensas negociaciones y la contribución de los cardenales Antonio Samoré y Agostino Casaroli, calificándolos como “dos grandes arquitectos de la paz”.

El acuerdo fue ratificado en 1985, dejando un legado de esperanza y concordia para ambos países.

El diálogo como modelo global para la paz En su intervención, Francisco propuso replicar el modelo de resolución pacífica implementado por Argentina y Chile en conflictos actuales alrededor del mundo. Lamentó la falta de voluntad efectiva para excluir la violencia como herramienta de resolución de conflictos, citando los casos de Ucrania y Palestina como ejemplos de “fracasos de la humanidad”.

“Es urgente que la comunidad internacional haga prevalecer la fuerza del derecho y el diálogo como alma de las relaciones entre las naciones”, afirmó el Papa.

Críticas a la hipocresía y un llamado a la fraternidad

El Pontífice denunció la hipocresía de algunos países que hablan de paz mientras invierten en la fabricación de armas, calificándola como una traición al espíritu de la fraternidad.

Francisco instó a la comunidad internacional a convertirse en “artesanos de la paz” y reiteró su deseo de multiplicar las iniciativas de concordia, tanto en América Latina como en el resto del mundo, para abordar crisis sociales y medioambientales que afectan especialmente a los más vulnerables.

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Bendición apostólica por la paz

Al finalizar su mensaje, el Papa impartió su bendición apostólica, extendiéndola a todas las naciones y personas comprometidas con la construcción de un mundo más justo y fraterno.

Esta conmemoración no solo revive un momento clave en la historia de Argentina y Chile, sino que también resalta la urgencia de aplicar soluciones pacíficas en un mundo marcado por conflictos persistentes.