Francisco: ¡Que los gobernantes escuchen el grito de paz!
En el marco del Día Internacional de los Derechos Humanos, el Papa Francisco utilizó su cuenta oficial en X para enviar un mensaje contundente
La guerra, la “madre de todas las pobrezas”, priva de los derechos fundamentales a millones de personas
Derechos humanos como base para el futuro
El mensaje del Papa Francisco coincide con el lema de este año: “¡Nuestros derechos, nuestro futuro, ya!”, establecido para conmemorar la adopción de la Declaración Universal de los Derechos Humanos en 1948. En palabras del Secretario General de la ONU, António Guterres, este lema subraya que los derechos humanos no solo son un legado del pasado, sino un pilar esencial para construir un futuro justo y equitativo.
“Cuando se menoscaba un derecho, se menoscaban todos”, afirmó Guterres, haciendo eco del llamado a la unidad en la protección de estos valores fundamentales.
El impacto de la desigualdad y la guerra
La jornada también estuvo marcada por preocupantes estadísticas y análisis sobre la situación global de los derechos humanos. Según Amnistía Internacional, en su informe 2023-2024, el mundo ha retrocedido desde los ideales universales proclamados en 1948. Las guerras y los conflictos armados no solo han causado un aumento en los homicidios ilegítimos, sino que también han dado lugar a restricciones crecientes a las libertades significativas.
Entre las prácticas más alarmantes, el informe señala:
- Ataques contra manifestantes y defensores de derechos humanos.
- Tortura y detenciones arbitrarias.
- Erosión del Estado de derecho y de la democracia.
Estas violaciones no solo afectan a los individuos, sino que también generan heridas profundas en las sociedades, debilitando los cimientos de la justicia y la solidaridad.
Un llamado ecuménico a la paz
El Arzobispo Nikitas, presidente de la Conferencia de Iglesias Europeas (CEC), sumó su voz a la del Papa Francisco, lamentando las violaciones sistemáticas a los derechos humanos y su impacto en las comunidades. Para él, los crímenes brutales y las injusticias sistémicas no solo lastiman a las víctimas directas, sino que también fracturan la cohesión social.
“Estos actos socavan los foros sociales construidos sobre la justicia, la solidaridad y la paz”, señaló, invitando a una reflexión profunda sobre la necesidad de combatir estas dinámicas destructivas.
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Instituciones internacionales en la mira
Otro aspecto destacado en esta jornada fue la crítica a la falta de acción efectiva por parte de las instituciones multilaterales. Según Amnistía Internacional, estas entidades no han logrado presionar adecuadamente a las partes en conflicto para que respeten el derecho internacional humanitario. Aunque la falta de recursos es un factor, también se señala la ausencia de voluntad política y coherencia en la aplicación de principios éticos.
Un grito por la paz
El Papa Francisco concluyó su mensaje con un llamado urgente: que los gobernantes prioricen la paz y la vida, condiciones indispensables para que todos los derechos humanos puedan ser ejercidos. En un mundo marcado por la desigualdad, la pobreza y la violencia, su exhortación se erige como una guía moral en la búsqueda de un futuro más humano y solidario.