Fallece a los 104 años el sacerdote más anciano de China, P. Joseph Guo Fude: Un testimonio de fe en medio de la persecución

El P. Joseph Guo Fude, símbolo de la resistencia católica en China

Dedicó su vida al ministerio a pesar de pasar 25 años en prisión por su fe

Una vida de fe marcada por la persecución

El sacerdote más anciano de China, el P. Joseph Guo Fude SVD, falleció el pasado 30 de diciembre de 2024, a los 104 años. Este incansable servidor de la fe fue uno de los pocos sacerdotes ordenados antes del establecimiento de la República Popular China en 1949. A lo largo de su vida, el P. Guo enfrentó severas persecuciones, incluida una suma de 25 años en prisión por cargos como “actividad subversiva” y “difundir la fe”.

Nacido en febrero de 1920 y ordenado sacerdote en 1947, Guo fue encarcelado por primera vez en 1959, en plena campaña de reformas ideológicas del gobierno chino. Más tarde, durante la Revolución Cultural, fue nuevamente privado de su libertad entre 1967 y 1979, y enfrentó un último encarcelamiento en 1982.

Reflexión y espiritualidad en medio de la adversidad

Lejos de considerar sus años en prisión como un castigo insuperable, el P. Guo los transformó en un tiempo de crecimiento espiritual. “La prisión se convirtió en un lugar donde podía reflexionar, orar y crecer espiritualmente”, escribió tras cumplir 100 años. A través de su fe inquebrantable, encontró fuerza para enfrentar los desafíos y continuar sirviendo a Dios.

Sus palabras resuenan como un testimonio de esperanza y resiliencia: “Mi experiencia en prisión me enseñó que las riquezas terrenales son efímeras, mientras que la fe en Dios es la única riqueza verdadera”.

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El legado del P. Guo y la Iglesia perseguida en China

El fallecimiento del P. Guo deja un legado imborrable para la Iglesia Católica en China, que sigue enfrentando desafíos significativos. A pesar de un acuerdo entre el Vaticano y China sobre el nombramiento de obispos, la represión religiosa ha continuado intensificándose desde 2018, según un informe del Hudson Institute.

Nina Shea, experta en políticas del mismo instituto, destacó que la historia del P. Guo es representativa de muchos clérigos que vivieron bajo la represión del régimen de Mao, soportando prisión, trabajos forzados y múltiples formas de hostigamiento.

En memoria del P. Guo, líderes católicos y fieles han hecho un llamado a orar por la Iglesia perseguida en China y a seguir su ejemplo de fe inquebrantable. Su vida y testimonio son un recordatorio de la importancia de la libertad religiosa y la defensa de los derechos humanos en todo el mundo.