Cumbre del G20 en Río: Lula propone un impuesto global a los superricos para combatir el hambre

La propuesta del presidente brasileño busca recaudar hasta 250.000 millones de dólares

Pero enfrenta resistencia en un escenario político incierto

Este lunes 18 y martes 19 de noviembre, Río de Janeiro se convierte en el epicentro de la política internacional con la Cumbre de Líderes del G20. En este evento, el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva busca promover una de sus iniciativas más audaces: un impuesto global del 2 % a 3.000 multimillonarios, destinado a financiar la lucha contra el hambre en el mundo.

La propuesta, desarrollada junto al economista francés Gabriel Zucman, estima recaudar entre 200.000 y 250.000 millones de dólares, lo que permitiría abordar problemas estructurales en naciones en vías de desarrollo. Lula ha hecho de esta iniciativa un eje central de su mandato al frente del G20, priorizando la reducción de la desigualdad y reformas en las instituciones multilaterales.

Resistencia internacional y escenarios políticos

Aunque el plan es ambicioso, enfrenta resistencia dentro del G20. El presidente argentino Javier Milei, conocido por su postura ultraliberal, ha expresado su rechazo a la medida. Asimismo, el posible regreso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos en 2025 complica la viabilidad del proyecto, pues su administración podría priorizar reducciones fiscales para los sectores de mayores ingresos.

El economista José Gonzales destaca que la administración actual de Joe Biden, aunque apoya la iniciativa, tiene un tiempo limitado para impulsarla. Gonzales también subraya que cualquier cambio en el liderazgo de EE. UU. impactará no solo en esta propuesta, sino también en otros compromisos multilaterales, como los relacionados con la crisis climática.

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China y EE. UU., actores clave

La presencia del presidente chino Xi Jinping refuerza el peso de las relaciones comerciales en las discusiones. Xi, quien recientemente inauguró el Puerto de Chancay en Perú, continúa consolidando a China como un socio estratégico para América Latina. La posición de China en temas fiscales y climáticos será determinante para la evolución de las iniciativas discutidas en Río.

Con el lema “Construir un mundo justo y un planeta sostenible”, la Cumbre del G20 busca cerrar acuerdos significativos antes de que Brasil ceda la presidencia rotativa del grupo a Sudáfrica. Entretanto, Río de Janeiro está bajo estrictas medidas de seguridad, con 26.000 agentes desplegados para garantizar la protección de los líderes internacionales.

El debate sobre el impuesto global a los multimillonarios no solo pone sobre la mesa la creciente desigualdad económica, sino también los desafíos políticos y diplomáticos para implementar soluciones concretas en un mundo cada vez más polarizado.