La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) emitió una advertencia alarmante sobre la posibilidad de que los Estados Unidos enfrenten una de las peores temporadas de huracanes desde que se tienen registros
Según la NOAA, el calentamiento global y la transición de El Niño a La Niña favorecerán una temporada “hiperactiva”, con ciclones que podrían intensificarse rápidamente y alcanzar categorías mayores.
La NOAA estima un 85% de probabilidad de que la temporada sea superior a la media, lo que la convertiría en la octava temporada en los últimos diez años en superar el promedio de tormentas registrado entre 1991 y 2020. Las aguas del Atlántico tropical están “dramáticamente” más calientes que hace 19 años, lo que proporciona más energía para el desarrollo de tormentas.
El calentamiento global, impulsado por los gases de efecto invernadero, y la transición de El Niño a La Niña, similar a la de 2005, son factores clave que crean condiciones propicias para la actividad tropical. Expertos de la Universidad Estatal de Colorado y la Met Office británica también prevén una temporada activa, con hasta 24 tormentas tropicales y varios huracanes mayores.
La temporada de huracanes comienza el 1 de junio, y se espera que las condiciones sean ideales para la intensificación de estos sistemas durante agosto y septiembre. La temperatura superficial del Atlántico tropical es actualmente de 1 a 2 grados Celsius por encima de lo normal, lo que facilita la formación de tormentas más potentes.
La NOAA y la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA) instan a los residentes a prepararse, considerando rutas de evacuación y necesidades médicas. Independientemente de la actividad pronosticada, es esencial estar preparado, ya que solo se necesita una tormenta para causar un impacto significativo.