Un llamado por las víctimas del ciclón en Mayotte Durante la audiencia celebrada en el Aula Pablo VI, el Papa Francisco expresó su solidaridad con los habitantes del archipiélago de Mayotte, afectado recientemente por un devastador ciclón que ha dejado un saldo preocupante de posibles miles de víctimas. En sus palabras, rogó a Dios que conceda descanso eterno a quienes han perdido la vida, consuelo a sus familias y asistencia a los necesitados.
El Pontífice reafirmó su constante llamado a la paz, mencionando países como Ucrania, Palestina, Israel y Myanmar, que sufren las consecuencias de conflictos bélicos. Subrayó que la guerra «siempre es una derrota» y exhortó a todos los fieles a perseverar en la oración por la paz en el mundo.
El Papa también invitó a las familias a mantener vivas las tradiciones de la Navidad, como la instalación de belenes en los hogares, un símbolo que recuerda el misterio de Jesús habitando entre nosotros. Además, destacó la importancia de mantener un corazón generoso, recordando especialmente a los pobres, las personas solas y las víctimas de las recientes inundaciones en diversas partes del mundo.
Francisco rememoró su reciente visita a Córcega, donde fue recibido con calidez y fervor. Alabó la fe viva de la población y expresó su alegría por la gran presencia de niños en la isla, destacándolos como un signo de esperanza para el futuro.
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En sus saludos a los fieles de habla portuguesa, el Papa enfatizó la importancia de los ancianos como un don de Dios y recordó la necesidad de no dejarlos solos durante las festividades navideñas.
El mensaje del Papa Francisco es una invitación a vivir la Navidad con fe, esperanza y solidaridad, recordando a los más vulnerables y rezando por un mundo más pacífico.