Ante la crisis provocada por las fuertes lluvias en Colombia, la Conferencia Episcopal ha llamado a todos los fieles, instituciones y empresas a movilizarse para brindar asistencia a las miles de familias afectadas por inundaciones y desbordamientos. Con un mensaje de solidaridad, los obispos han solicitado a parroquias y pastorales sociales que se organicen en una red de apoyo nacional para ayudar a las comunidades más afectadas.
Los obispos invitan a unirse a las iniciativas lideradas por Cáritas Colombia y los 25 bancos de alimentos que operan en distintas regiones del país. Estos bancos, bajo la administración de la Iglesia, están trabajando en conjunto con la sociedad civil para responder a las necesidades urgentes de los afectados. El Fondo de Emergencias de Cáritas Colombia (disponible en caritascolombiana.org) canaliza donaciones para ofrecer ayuda material y espiritual a las familias damnificadas.
El Banco de Alimentos de la Arquidiócesis de Bogotá ha anunciado que el pasado 12 de noviembre envió más de 70 toneladas de alimentos a zonas afectadas, como Chocó, La Guajira, Santa Marta, Cartagena y Tumaco. Además, está colaborando con los otros 24 bancos del país para coordinar la distribución de alimentos y asegurar que lleguen de manera efectiva a las personas más necesitadas.
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La Iglesia también ofreció un mensaje de aliento para los damnificados: “Para enfrentar la tristeza y el dolor, tenemos la fe puesta en Jesucristo, nuestra esperanza… La unión de esfuerzos y voluntades ayudará a vencer la indiferencia y a llevar consuelo a quienes más lo necesitan”.
Con esta movilización de apoyo, la Iglesia colombiana reafirma su compromiso de atender a las comunidades afectadas por la emergencia invernal y ofrece un canal para que la sociedad se una en solidaridad, llevando alivio a quienes enfrentan esta difícil situación.