29 de Diciembre: Apertura del Jubileo 2025 en las Diócesis de Todo el Mundo
El Jubileo Ordinario de 2025 comienza en las catedrales y concatedrales de todo el mundo con una liturgia solemne
Marcando el inicio de un año de gracia y esperanza bajo el lema Spes non confundit (La esperanza no defrauda)
Este domingo 29 de diciembre, en el marco de la Fiesta de la Sagrada Familia, la Iglesia Católica inaugura oficialmente el Jubileo Ordinario de 2025 en todas las diócesis del mundo. La celebración, dispuesta por el Papa Francisco, se llevará a cabo con una liturgia solemne en cada catedral y concatedral, siguiendo un ritual diseñado especialmente para la ocasión.
En su mensaje contenido en la Bula de Indicción del Año Santo, el Pontífice expresó: “Que la luz de la esperanza cristiana pueda llegar a todas las personas, como mensaje del amor de Dios que se dirige a todos. Y que la Iglesia sea testigo fiel de este anuncio en todas partes del mundo.”
La celebración busca unir a los fieles de todo el mundo en un espíritu de reconciliación y renovación espiritual, aun cuando no todos puedan acudir a Roma. El Papa ha pedido que las Iglesias locales promuevan una plena participación del Pueblo de Dios en este año de gracia mediante peregrinaciones, jornadas de reconciliación y actividades litúrgicas.
Las Puertas Santas y la Excepción Especial
A diferencia del Jubileo Extraordinario de 2015-2016, en este Año Santo las únicas Puertas Santas estarán en las cuatro Basílicas Papales de Roma. Sin embargo, el Santo Padre ha dispuesto una excepción significativa al abrir una Puerta Santa en la prisión de Rebbia, en Roma, como símbolo de esperanza y compromiso renovado con la vida.
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Preparativos Globales
Las comunidades de Latinoamérica, España, Estados Unidos y otras regiones están organizando actividades especiales para vivir intensamente este Jubileo, desde peregrinaciones locales hasta jornadas de oración y reconciliación.
El Jubileo 2025, bajo el lema Spes non confundit, invita a los fieles a mirar con esperanza al futuro, confiando en la gracia y el amor de Dios. Este tiempo especial es una oportunidad única para fortalecer la fe y experimentar la misericordia divina.