En el conflictivo departamento del Cauca, donde los enfrentamientos y el conflicto armado han alterado el orden público, un policía se destaca por su dedicación a la música, llevando alegría y esperanza a la comunidad
Mientras los violentos continúan sembrando temor en el suroccidente del país, el teniente Hernán Darío Chica Franco utiliza su talento musical para acercar a los jóvenes a las sinfonías y pentagramas.
En Suárez, un municipio afectado por la violencia, el teniente Chica dirige la Estación de Policía y aprovecha sus conocimientos musicales para enseñar a niños, adolescentes y jóvenes. Estos jóvenes, atrapados en un entorno de fuego cruzado, encuentran en la música un refugio para explorar y expresar sus talentos, transformando sus vidas con cada nota.
Hernán Darío Chica Franco, con 7 años y medio en la Policía Nacional, se destaca no solo por su compromiso con la seguridad, sino también por su pasión por la música. Equipado con su violín, un fusil terciado y una pistola 9 mm, Chica dicta clases en la Casa de la Cultura de Suárez, donde unos 50 jóvenes asisten regularmente. Los padres de estos jóvenes, agradecidos, observan con admiración la labor de este dedicado oficial.
También te puede interesar: Clic Aquí: Día clave para la reforma laboral: Cámara aprueba tres artículos más del proyecto de ley
El teniente Chica, de 29 años, no es un extraño en el Cauca. Ha estado al frente de las estaciones de Caloto, Jambaló, Puerto Tejada y Suárez. Su paso por estos lugares ha dejado una huella significativa: en Caloto, tocó las novenas de Navidad con las monjas del pueblo; en Jambaló, enseñó música a los privados de libertad, y ahora en Suárez, continúa con su enseñanza a la juventud local. Su iniciativa cuenta con el apoyo de la administración municipal y la Dirección de la Casa de la Cultura, que le prestó los violines, algunos de los cuales él mismo reparó.
Antes de unirse a la Policía Nacional, Chica comenzó su formación musical en Itagüí y fue miembro de la Orquesta Sinfónica de Envigado, con la que realizó una gira internacional por México.
El teniente Chica está comprometido a llevar su violín a cada rincón de Colombia al que sea enviado, promoviendo la música como un medio para la paz y la convivencia. Originario de Medellín, ha logrado convocar a medio centenar de jóvenes en Suárez, quienes avanzan en la interpretación del violín, alejándose así de la ilegalidad, la pobreza y la violencia.
Esta labor ejemplar del teniente Hernán Chica abre una ventana hacia la paz, la reconciliación y la esperanza, demostrando que en medio del conflicto, el arte y la cultura pueden florecer y transformar vidas.