Este jueves 7 de noviembre, el santoral católico conmemora a San Ernesto Zwiefalten, un mártir del siglo XII. San Ernesto nació en Alemania y fue abad del monasterio benedictino de Zwiefalten, en Wurttemberg, desde 1141 hasta 1146. Posteriormente, renunció a su cargo para unirse a la Segunda Cruzada y predicar en Persia y Arabia. Lamentablemente, fue capturado en 1148 y llevado a La Meca, donde enfrentó tortura y martirio, convirtiéndose en un símbolo de valentía y fe.
Otro santo recordado hoy es Willibrord de Utrecht, también conocido como Willibrordo o Vilibrordo de York. Este misionero inglés partió de Amberes para evangelizar regiones de Europa como Frisia, Transrenania, Flandes y Luxemburgo. Tras ser consagrado obispo de Utrecht, continuó su misión en Dinamarca. Willibrord falleció en Echternach en el año 739, dejando un legado importante en la expansión del cristianismo en el norte de Europa.
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Además de San Ernesto y San Willibrord, hoy se celebran otras onomásticas en el santoral católico:
San Amaranto de Albi San Atenodoro de Neocesarea San Baldo de Tours San Cungaro de Congresbury San Engelberto de Colonia San Florencio de Estrasburgo San Herculano de Perugia San Hierón y compañeros San Lázaro estilita San Pedro Wu Guosheng San Prosdócimo de Padua Beato Antonio Baldinucci Beato Vicente GrossiCada uno de estos santos y beatos dejó una huella significativa en la historia de la fe. El Martirologio Romano sigue registrando sus historias de sacrificio y devoción, recordándonos la importancia de su legado en la tradición cristiana.