Cada 1 de noviembre, la Iglesia Católica conmemora el Día de Todos los Santos, una festividad dedicada a los santos y fieles difuntos que han alcanzado la santidad. Esta fecha honra a quienes, tras su paso por el purgatorio, gozan de la vida eterna. Este día es una oportunidad para recordar y celebrar a aquellos que han vivido según la fe cristiana y se encuentran en la presencia de Dios.
Aunque el Día de Todos los Santos es una celebración general, también se conmemoran otras figuras santas. Algunos de los santos cuyas onomásticas se celebran hoy incluyen:
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La tradición de celebrar el santo del día tiene sus raíces en el Martirologio Romano, el documento que recoge los nombres de los santos y beatos canonizados, permitiendo su conmemoración en el calendario litúrgico. Esta festividad cristiana está profundamente arraigada en la cultura, especialmente en países como España, donde se recuerda a figuras ilustres de la fe que fueron reconocidos por su vida de servicio y sacrificio.
El Día de Todos los Santos es, en esencia, una festividad para agradecer y honrar a los santos y mártires que, con su vida ejemplar, inspiraron a generaciones de fieles. Hoy, se invita a los creyentes a reflexionar sobre el significado de la santidad y a recordar a aquellos que hicieron grandes sacrificios por su fe.