Fotografía: VOA
En los últimos días, Rusia logró una victoria en el campo de batalla y sigue atacando día y noche la segunda ciudad más grande de Ucrania.
Valentyna Potahtai tiene 71 años y vive en Jarkov, donde la amenaza de Rusia es imposible de ignorar.
“No tenemos dónde escondernos. Vivimos en casas particulares, pero de alguna manera por ahora todo ha estado bien para nosotros. No tenemos un lugar donde escondernos bajo tierra, y si nos llega a impactar un misil, si es un golpe directo, no hay nada que podamos hacer”
“Aquí en Jarkov dos años después las personas se han acostumbrado al sonido de las alarmas a todas horas del día y la ciudad ha establecido un toque de queda desde las 11 de la noche hasta las 5 de la mañana”
“Ha sido muy inquietante y la vida se volvió muy difícil, porque yo vivo en las afueras de la ciudad de Jarkov, y desde los primeros días de la guerra a gran escala, los rusos llegaron a las afueras y la línea de la batalla estaba justo allí, y mi distrito, así como otros suburbios de la ciudad, sufrieron y tuve que mudarme a un distrito más seguro en Járkov para esperar un tiempo a que pasara este horror. Pero, luego, con la contraofensiva de septiembre, todo mejoró, Járkov empezó a ser bombardeado menos y yo empecé a sentirme más seguro”
Sin embargo, hay preocupación de sí esto puede volver a cambiar aquí en la segunda ciudad más grande del país, que queda a 64 kilómetros de la frontera con Rusia. Y donde los residentes siguen de cerca la derrota de las fuerzas ucranianas Avdiivka la mayor victoria de Vladímir Putin desde mayo de 2023, cuando lograron ocupar Bakhmut.
“Me resulta muy difícil leer este tipo de noticias, trato de abstraerme, porque las tomo muy cerca de mi corazón”
“Ganaremos, nuestra gente ha sido asesinada, pero aun así no les daremos nuestra Ucrania. Cogeremos rastrillos, cogeremos palas e iremos contra ellos. Incluso si no tenemos armas para luchar, lucharemos con palas. En cualquier caso, no le daremos a Ucrania, ganaremos al 100%.”