Fotografía: AFP

El Primer Ministro de Haití, Ariel Henry, ha presentado su renuncia desde Puerto Rico, cediendo ante la presión de las pandillas que amenazaban con un genocidio si continuaba en el poder


Henry, de 74 años, intentó prolongar su permanencia en el poder más allá de lo estipulado, pero la insurgencia de los grupos armados que controlan gran parte de Puerto Príncipe lo obligó a renunciar. Su dimisión, exigida por las poderosas bandas criminales del país, se confirmó el lunes a través de un video publicado en las redes sociales del gobierno haitiano.El político haitiano, respetado por su carrera como neurólogo, incursionó tardíamente en la política. Después de ejercer como ministro del Interior y Asuntos Sociales durante períodos cortos, fue designado como primer ministro por el presidente Moïse en julio de 2021. Sin embargo, su mandato estuvo marcado por la desconfianza y la violencia desenfrenada de las pandillas.

La investigación sobre el asesinato de Moïse profundizó las sospechas sobre Henry, quien mantuvo comunicaciones con uno de los principales sospechosos la noche del crimen. A pesar de negar su implicación, la presión de las pandillas y la falta de legitimidad de su gobierno lo llevaron a dimitir.

Las bandas criminales, que controlan vastas áreas de Haití, amenazaron con un “genocidio” si Henry no renunciaba, sumiendo al país en una crisis política y social sin precedentes. Con su dimisión, Haití se encuentra nuevamente en un periodo de transición, enfrentando desafíos inmensos en su camino hacia la estabilidad y la democracia.

La renuncia de Ariel Henry como Primer Ministro de Haití evidencia la profunda crisis política y social que atraviesa el país caribeño. Con las pandillas ejerciendo un poder desmedido y la comunidad internacional presionando por una transición democrática, el futuro de Haití sigue siendo incierto.


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