Preocupación en Washington por la Alianza entre China, Rusia, Irán y Corea del Norte
Funcionarios en Washington están cada vez más preocupados por la creciente colaboración entre China, Rusia, Irán y Corea del Norte
Una alianza que EE.UU. describe como el nuevo “Eje del Mal”
Esta asociación, aunque transaccional y basada en intereses específicos, ha ganado fuerza en los últimos años, especialmente con el apoyo que cada uno de estos países ha brindado a Rusia durante su guerra contra Ucrania.
Confirmación de tropas norcoreanas en Rusia
El pasado miércoles, el secretario de Defensa de EE.UU., Lloyd Austin, confirmó la presencia de soldados norcoreanos en Rusia, quienes estarían preparándose para apoyar a las fuerzas rusas en el conflicto en Ucrania. Esta revelación incrementa las preocupaciones sobre la colaboración militar entre estos países, que ya han mostrado apoyo en diversos frentes. Corea del Norte ha enviado proyectiles de artillería, mientras que Irán ha suministrado drones y misiles, y China ha proporcionado tecnología de doble uso, incluidos semiconductores y motores para drones.
Potencias revisionistas y su amenaza global
El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, ha descrito a estos cuatro países como potencias revisionistas que están librando una competencia feroz para redefinir el orden internacional. Aunque la administración del presidente Joe Biden no busca una confrontación en bloque, las decisiones de estos países indican una amenaza creciente para los principios del sistema internacional.
El congresista republicano Rob Wittman, vicepresidente del Comité de Servicios Armados de la Cámara de Representantes, utilizó el término “Eje del Mal” para referirse a este bloque, advirtiendo que su capacidad de desestabilización es mayor que la del Eje de la Segunda Guerra Mundial. Los intercambios tecnológicos y militares entre ellos, especialmente en el contexto de la guerra en Ucrania, son un ejemplo claro de esta cooperación estratégica.
Expansión territorial y coordinaciones militares
Una característica notable de esta alianza es que, al menos tres de los cuatro países, están en modo expansionista. Según Merrill Matthews, académico del Instituto de Innovación Política, estos países están coordinando sus esfuerzos para expandir su territorio y poder, lo que representa un peligro significativo para la estabilidad global. Además, existe la posibilidad de que usen crisis regionales para coordinar acciones militares, como una escalada de China en Taiwán mientras Rusia intensifica su ofensiva en Ucrania.
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Implicaciones globales
El vínculo entre estos países no solo plantea un desafío directo para Estados Unidos, sino que también puede generar crisis en otras regiones del mundo. Por ejemplo, un conflicto en el Medio Oriente podría afectar las rutas de suministro de energía tanto para China como para Taiwán, lo que demuestra cómo un conflicto local podría tener repercusiones globales.