Monseñor Olave asume como obispo de Ocaña y reafirma compromiso con la paz y la reconciliación
Monseñor Orlando Olave Villanoba, nuevo obispo de la Diócesis de Ocaña, se compromete a apoyar los procesos de paz y reconciliación
En una región marcada por la violencia, la pobreza y el desplazamiento
Posesión canónica de monseñor Olave en la Catedral Santa Ana de Ocaña
El pasado 28 de septiembre, la Catedral Santa Ana de Ocaña fue el escenario de la emotiva ceremonia de posesión canónica de monseñor Orlando Olave Villanoba como obispo de la Diócesis de Ocaña. Este evento reunió a fieles, autoridades civiles, militares y eclesiásticas para dar la bienvenida a su nuevo pastor. El obispo, oriundo de Barrancabermeja y anteriormente responsable de la Diócesis de Tumaco, asume su nuevo cargo en una región que abarca los departamentos de Norte de Santander y el sur de Cesar. La Eucaristía fue presidida por monseñor Paolo Rudelli, Nuncio Apostólico en Colombia, quien destacó la importancia de la misión de Olave.
Un llamado a la unidad y la paz en medio de una realidad violenta
Durante su mensaje, monseñor Olave subrayó el compromiso de la Iglesia con los procesos de paz en una región profundamente afectada por la violencia, el desplazamiento y la pobreza. “Como Iglesia y como obispo, nos ponemos a disposición para ayudar en los procesos de paz, nuestro pueblo lo clama”, afirmó. Para el nuevo obispo, la unidad es clave en la construcción de la paz, recordando que “es mejor una paz imperfecta que una guerra perfecta”.
Monseñor Olave también hizo un llamado al Gobierno Nacional para que refuerce sus esfuerzos de diálogo y reconciliación, y exhortó a los actores armados a deponer las armas. Enfatizó que la paz no implica homogeneizar a la sociedad, sino encontrar un trabajo común donde todos ganen.
Mensaje del Nuncio Apostólico en Colombia sobre la misión de monseñor Olave
En su intervención, el Nuncio Apostólico, monseñor Paolo Rudelli, instó a la comunidad de Ocaña a recibir a su nuevo obispo como el pastor que tanto esperaban. Recordó que monseñor Olave es un signo visible de Cristo en medio de su pueblo y pidió a los fieles caminar junto a él en esta nueva etapa de la Diócesis. También dirigió palabras a la Diócesis de Tumaco, invitando a sus fieles a no sentirse huérfanos, ya que los pastores solo son signos temporales de la presencia de Cristo.
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La Iglesia en salida: un compromiso con los más vulnerables
Monseñor Olave expresó su deseo de una Iglesia en salida, comprometida con los más necesitados: desplazados, campesinos sin tierra, mujeres abandonadas, migrantes, jóvenes sin futuro y niños violentados. En su mensaje, recordó la importancia de caminar juntos y reconoció que su ministerio episcopal estará marcado por el trabajo en favor de la paz y la reconciliación, buscando sanar las heridas de una región profundamente afectada por diversas formas de violencia.
El nuevo obispo subrayó que la misión de la Iglesia no debe limitarse a contemplar sus propias necesidades, sino extenderse más allá de los círculos políticos, religiosos y étnicos, llevando el mensaje de esperanza de Jesucristo a todos los rincones.