La Transformación de la Comuna 13: De Refugio de Sicarios a Cuna del Arte en Medellín

Fotografía: VOA

La Comuna 13 es un conjunto de barrios en Medellín que ha experimentado una notable transformación

El Renacimiento de la Comuna 13

De ser un lugar controlado por el crimen, hoy es una galería andante, llena de música y arte urbano. Sobre un viejo asentamiento en Medellín, donde hay casas rústicas y otras en ruinas, se alza imponente la Pachamama, una estatua de 5,5 metros de alto llamada “La Diosa de la Comuna 13”, venerada por los pueblos ancestrales andinos como el Espíritu de la Tierra.

De Barrio Peligroso a Referente de Esperanza

Hace dos décadas, la Comuna 13 era conocida como uno de los lugares más peligrosos de Medellín. Un barrio vetado para quien no viviera allí, cuna de sicarios, casi maldito. Sin embargo, hoy se ha convertido en un símbolo de esperanza y cambio. Yeyo, un residente de 40 años, ofrece recorridos por la comuna por 17 dólares, que incluyen la leyenda negra del barrio.

El Pasado Violento de la Comuna 13

En su momento, la Comuna 13 era uno de los tres lugares más peligrosos del mundo, junto con El Salvador y las favelas de Brasil. La comuna estaba controlada por bandas criminales, milicias guerrilleras y paramilitares, que se repartían el territorio y lo controlaban con violencia. Una operación del Estado colombiano en 2002, conocida como “Operación Orión”, puso fin a esta guerra interna, dejando 18 muertos, 34 heridos y más de 500 detenidos.

Un Barrio de Contrastes

Hoy, la Comuna 13 es un barrio lleno de coloridos restaurantes, galerías de arte, cafés, música en vivo y tiendas de souvenirs. Un sistema de escaleras eléctricas comunica casi toda la comuna, facilitando la movilidad de sus habitantes. Pese a la pobreza que aún persiste, el barrio se ha convertido en un terreno fértil para los artistas antioqueños y un destino preferido por los turistas.

El Arte como Vehículo de Transformación

En el corazón del barrio, jóvenes artistas eligen el arte sobre la violencia, ofreciendo espectáculos callejeros que deleitan a los turistas. Murales y grafitis narran la memoria del lugar, honrando a los desaparecidos y simbolizando el cambio y la resistencia. La Comuna 13 también celebra la trova paisa, una forma de composición musical con versos improvisados, que es una atracción para los visitantes.

El Legado de la Violencia

A pesar de su transformación, la Comuna 13 sigue enfrentando problemas graves como el microtráfico, las fronteras invisibles, el desplazamiento y el control por parte de grupos al margen de la ley. Un informe de la Procuraduría General de la Nación en abril de 2024 señaló que, aunque el barrio ha resistido la crudeza del conflicto armado interno, aún persisten estas problemáticas.

La Escombrera: Memoria del Pasado

Desde la montaña donde se encuentra la Comuna 13, se puede ver La Escombrera, una fosa común donde fueron enterradas decenas de personas cuyas familias todavía las buscan. Esta parada es quizás la más difícil del recorrido, ya que recuerda el trágico pasado de la comuna y el costo humano de la violencia que la asoló.

En resumen, la Comuna 13 de Medellín ha pasado de ser un refugio de sicarios a convertirse en una cuna del arte, un testimonio viviente de la capacidad de transformación y resistencia de sus habitantes.