Fotografía: AFP

Según un informe de las Naciones Unidas, hay buenas razones para creer que se cometieron violaciones durante los ataques de Hamás el 7 de octubre en Israel, y que algunos rehenes, aun en su poder, sufrirían de violencia sexual


La representante especial de la ONU sobre violencia sexual en conflictos, Pramila Patten, encontró “información clara y convincente” de que algunos rehenes fueron violados, y “para creer que este tipo de violencia puede seguir ocurriendo con quienes permanecen retenidos”.

La ONU enfrentó críticas por reaccionar con lentitud a las acusaciones hechas por Israel de que el grupo palestino Hamás cometió violaciones y otros actos de violencia sexual durante los ataques del 7 de octubre.

“Basado en la información obtenida, el equipo de la misión de la ONU encontró información clara y convincente de que se realizaron actos de violencia sexual, incluyendo violación, tortura, crueldad y tratos inhumanos y degradantes, que han sido cometidos contra los rehenes y víctimas, donde se tienen bases razonables para creer que dicha violencia aún puede efectuarse contra las personas que aún están en cautiverio”.

Estos actos ocurrieron en al menos tres lugares: en el sitio donde ocurría el festival musical Nova y sus alrededores, en la carretera 232 y en el kibutz de Reim.

Los miembros de la misión lograron entrevistar a sobrevivientes y testigos de los hechos del 7 de octubre, y a miembros de los servicios de salud. Tuvieron acceso a 5.000 fotografías, 50 horas de video del momento del ataque y también entrevistaron a algunos de los rehenes que fueron liberados.

Con estas denuncias se espera que se agilice la liberación de los rehenes cautivos y se tenga en cuenta el factor humanitario para finalizar el conflicto en Gaza y tomar acciones en pro de los civiles, las principales víctimas del conflicto para ambos bandos.

“Rechazamos enérgicamente el informe publicado por la funcionaria de la ONU Patten. Su informe, que no aporta ningún testimonio, está basado en instituciones, soldados y testigos israelíes elegidos por las autoridades de ocupación para probar esta acusación falsa”, denunció este martes la organización islamista en un comunicado.

La representante especial de Naciones Unidas sobre violencia sexual en los conflictos, Pramila Patten, lideró el informe que señala “una base razonable” para creer que hubo violaciones en el ataque del 7 de octubre, así como “información clara y convincente” de que algunas rehenes fueron violadas.

“El informe llega después de los fallidos intentos sionistas de probar estas falsas acusaciones sin base, y tapar el informe de los relatores de Naciones Unidas con evidencias concluyentes de que se produjeron claras violaciones de derechos humanos contra mujeres y niñas palestinas por parte de los soldados sionistas”, aseveró Hamás.

La misión de la ONU encabezada por Patten visitó Israel y Cisjordania a principios de febrero para recopilar evidencias. No obstante, la imposibilidad de entrevistar a víctimas, según el gobierno israelí, por estar traumatizadas y bajo tratamiento, ha sido señalada. Hamás argumenta que el informe “carece de validez” al no incluir el testimonio de las supuestas víctimas y destaca que algunas mujeres liberadas durante la tregua en noviembre afirmaron haber recibido un trato adecuado por parte de sus captores en Gaza.

A pesar de ello, mujeres israelíes cautivas de Hamás, que declararon en el Parlamento israelí en enero, aseguraron que las rehenes en la Franja sufren abusos sexuales por parte del grupo islamista palestino. Este martes, el presidente israelí, Isaac Herzog, instó al mundo a “condenar enérgicamente y castigar” los crímenes de violencia sexual de Hamás tras conocer las conclusiones del informe de la ONU.


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