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Después de un extenso debate, el presidente Gustavo Petro decidió aprobar la realización de días sin IVA en Colombia, aunque con ciertas condiciones para asegurar un impacto positivo en la economía. A pesar de su resistencia inicial, el mandatario aceptó esta medida con la intención de apoyar a los hogares colombianos y fomentar el consumo interno, pero con un enfoque particular.
Las jornadas sin IVA se estructurarán de la siguiente manera: el primer día estará dedicado exclusivamente a los bienes alimenticios de producción nacional, fomentando el consumo de productos locales. El segundo día incluirá además confecciones de textiles y cueros también producidos en el país. Finalmente, el tercer día abarcará todos los bienes de la canasta básica familiar, y se permitirá la exención del IVA para la compra de paneles solares y vehículos eléctricos, tanto nacionales como importados. Esta estructura busca equilibrar el beneficio para los consumidores con el estímulo a la producción nacional.
Petro subrayó que, de acuerdo con la Constitución Nacional, ninguna ley tributaria puede ser implementada sin el aval del gobierno. Esta decisión viene después de que rechazara una propuesta legislativa que buscaba establecer una política de estado para proteger el poder adquisitivo de los hogares y estimular la economía. Según proyecciones fiscales, la implementación de estos días sin IVA podría tener un impacto del 0.04% en el Producto Interno Bruto (PIB) de Colombia para el año 2035, lo que refleja un efecto modesto pero significativo en la economía nacional.
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