Fuerte Caída del Recaudo de Impuestos en Colombia Genera Preocupación Fiscal

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“Todo indica que hubo problemas en la gestión fiscal”: MinHacienda sobre la caída del recaudo

La salida de Luis Carlos Reyes de la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (Dian) se ha visto marcada por una notable caída en el recaudo de impuestos en Colombia. En lo corrido del año 2024, el recaudo tributario cayó un 10.3%, una contracción más severa que la experimentada durante la pandemia. Esta disminución ha generado múltiples reacciones y alertas, especialmente en lo que respecta al impuesto de renta, que se redujo un 20% al pasar de $51.8 billones en el mismo periodo del año pasado a $41.4 billones en abril de 2024.

El ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, comentó en rueda de prensa: “Esperemos a que se posesione el doctor Villabona (Jairo Orlando Villabona, nuevo director de la Dian) para poder hacer una evaluación profunda de qué pasó porque todo indica que hubo problemas en la gestión fiscal”. También recalcó que la cifra de mayo aún no se ha consolidado, y los problemas previos no se resolverán rápidamente. Según Bonilla, el problema en el impuesto de renta está relacionado con las declaraciones de grandes contribuyentes, cuyo período de declaración aún no ha comenzado.

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En abril, el recaudo tributario se desplomó un 40.9% en comparación con el mismo mes del 2023, marcando la peor caída desde 2001. Según el análisis del Grupo Bancolombia, entre enero y abril se recaudaron $85.8 billones, por debajo de la meta de $92.5 billones. Solo en abril, el recaudo fue de $18 billones, un 27% menos de lo esperado. La mayor caída se observó en el impuesto de renta, con una reducción del 20%.

El Gobierno enfrenta un desafío fiscal significativo para garantizar la sostenibilidad financiera en medio de una coyuntura económica difícil. Anif ha destacado la necesidad de austeridad. Sin embargo, los contribuyentes no han percibido esta caída en lo que deben pagar, ya que en los primeros cuatro meses del año el IVA aumentó un 11.3%, con $2.4 billones adicionales recaudados en comparación con el año anterior.

En el contexto de la baja del recaudo tributario, la caída inicial se debía a los impuestos relacionados con el comercio exterior. Sin embargo, en abril, los impuestos internos comenzaron a empujar esta tendencia a la baja. En respuesta, el ministro de Hacienda solicitó a la Dian una evaluación exhaustiva para determinar las causas de este resultado desalentador y enfatizó la importancia de una gestión fiscal robusta, incluyendo el fortalecimiento de la capacidad tecnológica y humana de la Dian.

Bonilla insistió en que la gestión fiscal no se limita al recaudo voluntario, sino que requiere de recursos humanos y tecnológicos adecuados para aumentar las condiciones del recaudo. En los primeros cuatro meses del año, la caída del recaudo se explicó principalmente por los tributos relacionados con el comercio exterior. Esta tendencia se vio exacerbada por la desaceleración económica, afectando particularmente el IVA proveniente del comercio exterior.

En abril, el 99% de la caída en el recaudo correspondió al impuesto de renta, posiblemente relacionado con el débil desempeño económico del año pasado, cuando el PIB creció solo un 0.6%. Este declive ha revelado tensiones internas entre la Dian y el Ministerio de Hacienda, lo que resalta la necesidad de una comunicación y coordinación efectivas para enfrentar estos desafíos fiscales.

En medio de estos cambios, se conoció que el ministro de Comercio, Germán Umaña, dejará su cargo y que Luis Carlos Reyes podría asumir su posición. Según el análisis de Herrera, la caída en el recaudo es un ajuste a la alta recaudación de 2021-2023 y es necesario implementar medidas adicionales para corregir esta tendencia. Herrera concluyó que sin los nuevos impuestos, la caída sería aún mayor, subrayando la necesidad de una gestión fiscal proactiva por parte de la Dian.

Bonilla agregó que la recuperación del recaudo no será rápida, especialmente en las declaraciones de renta de los grandes contribuyentes, y enfatizó la importancia de procesos de fiscalización activos para asegurar un aumento en el recaudo fiscal.