Al ser arrojado a las calles el chicle representa un potencial contaminante del medio ambiente y un peligro para los animales.

El chicle o “goma de mascar” como se le conoce en algunas partes tiene un alto factor contaminante que pasa desapercibido para el consumidor. La vida del chicle es corta, pero implica un costo muy alto para el ambiente y a nivel económico para lograr retirarla del asfalto, ya que el chicle es el segundo tipo de basura callejera luego de las colillas de cigarrillo.

La Universidad Piloto de Colombia, a través de la Facultad de Administración Ambiental realizó la investigación ‘El chicle no es como lo pintan: determinación del potencial contaminante de las gomas de mascar sobre los cuerpos hídricos’.

La investigación arroja que “el chicle tiene el potencial de aportar altos niveles de contaminación fisicoquímica en razón a las trazas de alcoholes de azúcares (p.e. sorbitol, xilitol, maltitol manitol), saborizantes y otras sustancias que, al ser diluidas por lavado, durante los eventos de lluvia, aportan grandes cantidades de carga contaminante a las aguas de escorrentía que, posteriormente, son llevadas por las redes pluviales a los ecosistemas hídricos superficiales de las ciudades”.

El docente Camilo Lozano y sus alumnos estuvieron en Salud para Todo hablando de los resultados de este estudio que impacta en el medio ambiente.

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