Fotografía: VOA
El aumento significativo en el caudal del Río Bravo en las últimas semanas está generando preocupaciones adicionales para los migrantes que intentan cruzar de manera irregular hacia Estados Unidos
Efrén Rivas, un recién llegado migrante venezolano a Ciudad Juárez, describe su plan para cruzar la frontera de manera irregular a través del Río Bravo, que ha experimentado un notable aumento en su caudal. “Tengo temor de arriesgarme a enfrentar todas estas dificultades y ser rechazado una vez allí y ser devuelto”, comenta.
El flujo del río continúa creciendo debido a los acuerdos establecidos desde 1944 en el Tratado de Aguas entre los gobiernos de México y Estados Unidos, que estipula la liberación de agua en esta temporada. “Es comprensible que las personas se desesperen y busquen alternativas para ingresar, a pesar de los riesgos involucrados”, agrega.
Según activistas, algunos migrantes optan por aventurarse en Estados Unidos a pesar de los peligros, motivados por la falta de apoyo por parte del gobierno mexicano y las organizaciones civiles locales. “Con pocas redes de apoyo aquí y mayores redes de apoyo en Estados Unidos, es natural que las personas busquen oportunidades de ingreso a pesar de los riesgos involucrados”, señalan.
A pesar de la peligrosidad que implica cruzar el río con un caudal crecido, algunos migrantes consideran que lo peor ya ha quedado atrás. “Hemos enfrentado tantas dificultades, venimos desde Venezuela, cruzamos la Selva del Darién, que también es muy peligrosa”, comparte otro migrante.
Las autoridades han lanzado campañas para advertir sobre los peligros mortales que enfrentan los migrantes en su intento por llegar a Estados Unidos.