En tan solo tres días, la Comisión VII de la Cámara de Representantes aprobó la reforma pensional en su tercer debate, avanzando gracias al apoyo de los votos liberales, conservadores y del partido ‘la U’
Esto marca un notable cambio para el gobierno del presidente Gustavo Petro, quien recientemente sufrió una gran derrota con la reforma de la salud. La estrategia del Gobierno se centró en conservar la esencia del texto aprobado en el Senado y en conseguir el apoyo necesario sin grandes modificaciones.
La aprobación de 95 artículos en tres días permitió que la reforma superara el tercer debate y ahora solo le faltan dos rondas más: el cuarto y último debate en la plenaria y la conciliación de los textos aprobados en el Senado y la Cámara. La clave fue un acuerdo con el Partido Liberal para establecer el umbral de cotización en Colpensiones en 2,3 salarios mínimos legales vigentes, en lugar de los 3 salarios mínimos que inicialmente proponía el Gobierno.
El respaldo de los liberales, junto con el apoyo de una gran parte de ‘la U’ y una minoría conservadora, fue crucial para la aprobación del proyecto. No obstante, surgieron dudas cuando el presidente Petro insistió en que el umbral debía ser de 4 salarios mínimos. Sin embargo, la ponente Martha Alfonso reconoció que establecer ese umbral sería prácticamente garantizar el hundimiento del proyecto.
La Comisión VII, compuesta por 21 parlamentarios, vio una clara tendencia en las votaciones, con entre 16 y 17 votos a favor del Gobierno en la mayoría de los artículos. La oposición, liderada por el Centro Democrático y Cambio Radical, intentó influir en puntos menos sensibles para el Gobierno.
La estrategia en la Comisión VII, que involucró mantener la ponencia sin grandes cambios y consolidar el apoyo de los liberales, conservadores y ‘la U’, se espera que se repita en la plenaria de la Cámara. Con el apoyo de estos partidos y otros aliados, el Gobierno confía en obtener los 100 votos necesarios para la aprobación final de la reforma pensional. La oposición ya prepara sus estrategias, incluyendo debates de control político y mociones de censura, en un intento de frenar el avance del proyecto.