Este viernes el ejército de liberación nacional, ELN, se atribuyó la responsabilidad por el atentado ocurrido en Tibú, Norte de Santander, que dejó un saldo de tres personas fallecidas y varios heridos.
En la interlocución el grupo subversivo puntualizó que este ataque es una clara respuesta hacia las “intimidaciones” de las últimas semanas por parte de la fuerza pública (ejército y policía) contra las personas que viven en la frontera, quienes se presentan como paramilitares generando según ellos zozobra entre la población.
El ELN dentro de su comunicado pide a gobierno nacional la explicación pertinente sobre las actividades que realizan los miembros de la fuerza pública en esta región porque las aparentes acciones “delictivas” de las autoridades atentan contra los derechos humanos y trae a la memoria nuevamente el terror y la muerte provocados por las fuerzas militares durante los pasados gobiernos de Andrés Pastrana y Álvaro Uribe Vélez, asegurando su “continuación para enfrentar las operaciones ofensivas contra los territorios en varias regiones del país realizadas por parte de las fuerzas armadas colombianas y sus estructuras narco-paramilitares” dejando entre dicho que cualquier otra víctima que se registre durante sus respuestas hace parte de un daño colateral de sus operaciones.