Tras los bochornosos actos violentos que se presentaron en el estadio Atanasio Girardot previos al partido entre Atlético nacional y América de Cali por la liga, las autoridades deportivas y nacionales buscarán de nuevo medidas para derrotar a los desadaptados.
La violencia en el fútbol no es nueva y se ha convertido en un fenómeno social en varios países del mundo desde hace más de 40 años. Las mal llamadas “barras bravas” que surgieron en Argentina en la década de los 80, han contagiado a todo el continente suramericano que no ha podido erradicar la violencia de los estadios. Colombia no ha sido la excepción de ser víctima de los antisociales que vestidos con una camiseta son generadores de actos violentos escudados como hinchas.
Lo ocurrido el pasado domingo en la ciudad de Medellín es otra vez consecuencia de la falta de soluciones radicales para enfrentar un problema que se enquistó en la sociedad. Por eso el Ministerio del Deporte convoca a un diálogo social.
En Colombia existe la comisión nacional de seguridad, comodidad y convivencia en el fútbol, como organismo asesor del Gobierno Nacional creado a través de la ley 1270 de 2009 en la implementación de políticas, planes y programas, así como en la ejecución de estrategias dirigidas a mantener la seguridad en los espectáculos deportivos, pero que aún no han podido responder al vandalismo y criminalidad en el fútbol.