Tras la oración del Ángelus, el Papa Francisco dirigió un enérgico mensaje contra los conflictos que afectan al mundo. Con palabras firmes, se refirió a la guerra como una «innoble derrota» que representa «el triunfo de la mentira y del interés propio». Recordó especialmente a las comunidades de Ucrania, Palestina, Israel, Líbano, Sudán del Sur y Myanmar, pidiendo una oración mundial por la paz y el bienestar de los pueblos que sufren a causa de la violencia y la destrucción.
El Papa destacó el inmenso sufrimiento de los inocentes, quienes quedan atrapados en medio de los conflictos. «Los inocentes sufren», enfatizó, recordando a las 153 mujeres y niños víctimas recientes en Gaza y denunciando el ciclo de violencia que destruye vidas, infraestructura y el medio ambiente. Para el Pontífice, estos conflictos reflejan una profunda falta de humanidad y compasión.
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Además de los conflictos armados, el Papa Francisco expresó su cercanía al pueblo de Chad, golpeado por las recientes inundaciones y un atentado terrorista. Este mensaje de apoyo se extendió a las familias afectadas por la tragedia en la que decenas de personas fallecieron en un ataque confuso en medio de un enfrentamiento contra yihadistas de Boko Haram.
El mensaje del Papa resuena como un llamado a la reflexión sobre el impacto destructivo de la guerra y la importancia de proteger la vida y la dignidad humana en cada rincón del mundo. La guerra, como dijo Francisco, «es siempre una derrota».