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Este movimiento forma parte del proceso de «paz total» promovido por el presidente Gustavo Petro, cuyo objetivo es poner fin a un conflicto de seis décadas que ha costado casi medio millón de vidas.
El presidente Gustavo Petro, conocido por su enfoque izquierdista y su compromiso con la paz, ha sido un defensor ferviente de las negociaciones como medio para lograr la estabilidad y la justicia en Colombia. La reciente resolución gubernamental que autoriza el diálogo con el Clan del Golfo es una manifestación de estos esfuerzos. Este «espacio de conversación sociojurídico» buscará confirmar la voluntad del Clan del Golfo de transitar hacia el Estado de Derecho y establecer los términos de su sometimiento a la justicia.
El espacio de conversación tiene dos objetivos principales:
Colombia ha estado inmersa en un conflicto interno por más de seis décadas, involucrando a diversos grupos armados, entre ellos guerrillas, paramilitares y bandas criminales. El Clan del Golfo, también conocido como las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC), es una de las estructuras armadas más poderosas y temidas del país. Su participación en actividades ilícitas, como el narcotráfico y la minería ilegal, ha perpetuado la violencia y la inseguridad en varias regiones.
La autorización para iniciar un diálogo con el Clan del Golfo es un hito en los esfuerzos de paz de Colombia. Las negociaciones con este grupo armado pueden abrir la puerta a una disminución significativa de la violencia y un fortalecimiento del Estado de Derecho en las áreas más afectadas. Además, este proceso podría sentar un precedente para futuras negociaciones con otros grupos armados.
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