En Estados Unidos, la afluencia de votantes mexicanos en los centros de votación superó ampliamente las expectativas de las autoridades
Muchos votantes esperaron durante casi 10 horas para sufragar. Las colas se extendieron a lo largo y ancho del país, desde los consulados de Los Ángeles y Nueva York hasta Miami y Washington D.C.
Desde temprano en la mañana, multitudes acudieron al llamado en las urnas. Algunos habían logrado inscribirse a tiempo en el padrón electoral, mientras que otros esperaban obtener uno de los 1,500 puestos adicionales dispuestos por las autoridades electorales. Esta fue la primera vez que los mexicanos en el exterior pudieron votar en persona, y la expectación era palpable.
A pesar de la interminable espera bajo el sol abrasador, el ambiente festivo y el buen sentido del humor predominaron entre los votantes. Sin embargo, al caer la tarde, el temor a no poder ejercer el derecho al voto comenzó a afectar a quienes llevaban horas esperando su turno. Hubo quejas sobre la falta de previsión y organización por parte del Instituto Nacional Electoral (INE), y caras de decepción entre aquellos que esperaron sin éxito hasta 10 horas para sufragar.
La situación fue especialmente difícil en Washington D.C., donde hasta 300 personas no estaban registradas y se quedaron sin votar, según el INE. A pesar de los obstáculos, muchos se resistieron a irse incrédulos. La jornada electoral marcó un hito importante para los mexicanos en el exterior, y la participación masiva demostró su compromiso cívico y su deseo de hacer oír su voz en las elecciones.