Fotografía: Captura audiencia

Este lunes, una jueza de Justicia y Paz retomará la audiencia para decidir si concede o no la libertad al exjefe paramilitar Salvatore Mancuso.

En medio de un ambiente cargado de expectativas y tensiones, Mancuso presenta su caso ante una jueza de Justicia y Paz, argumentando que ya ha cumplido con la condena exigida por la ley de desmovilización a la que se sometió en el pasado. Su solicitud de libertad está respaldada por representantes del Gobierno Nacional y la Fiscalía General, quienes consideran que ha cumplido con los requisitos legales establecidos.

En un intento por convencer a la jueza y al público en general, Mancuso enfatiza su compromiso con los procesos de paz y reconciliación liderados por el presidente Petro. Se compromete a participar activamente en los diálogos y negociaciones destinadas a desmovilizar a los actores que se rearman tras el desarme de las Autodefensas.

Sin embargo, la audiencia no solo se centra en los argumentos de Mancuso. Las víctimas también tienen voz en este proceso. Si bien algunos expresan su acuerdo con la liberación del excomandante paramilitar, exigen condiciones claras. Solicitan que Mancuso continúe colaborando con la verdad, revelando detalles sobre crímenes aún impunes, y avance en la reparación económica para las víctimas.

La decisión de la jueza será crucial, ya que determinará el futuro inmediato de Mancuso y tendrá un impacto significativo en el proceso de reconciliación nacional. Si se le otorga la libertad, se espera que Mancuso cuente con un importante esquema de seguridad proporcionado por el Gobierno para proteger su integridad y facilitar su labor como gestor de paz en todo el país.

Mientras tanto, el caso de Mancuso refleja las complejidades y desafíos que enfrenta Colombia en su búsqueda de justicia y reconciliación después de décadas de conflicto armado. La decisión de la jueza marcará un hito en este camino, delineando el equilibrio entre la justicia, la memoria y la construcción de la paz en el país.