Fotografía: VOA
Cada viernes, en semanas recientes, han ocurrido disturbios entre soldados israelíes y palestinos que intentan acceder a la explanada de las mezquitas para rezar en el día santo del islam. La situación podría agravarse durante el mes del ramadán, que comienza el 10 de marzo.
El ala derechista del gobierno israelí amenaza con prohibir la entrada a todos los musulmanes a los lugares santos del islam en Jerusalén durante todo el mes de ramadán. Es una medida extrema que ya está enfureciendo a los fieles palestinos y que podría incluso provocar uno de los ramadanes más violentos que se recuerden.
Omar y su hermano Nasser caminan todos los viernes a la explanada de las mezquitas de Jerusalén para practicar el rezo del mediodía, “Es el segundo lugar más sagrado para los musulmanes después de meca y medina, por eso es tan importante rezar en la cúpula de la roca”.
Desde el inicio de la guerra, el pasado 7 de octubre, las fuerzas de seguridad israelíes no permiten entrar al recinto a los hombres menores de 60 años. Algo que está creando mucha rabia y frustración entre los palestinos. “A veces, no me dejan entrar, y eso que tengo 58 años, pero no me dejan pasar. Solo permiten la entrada a partir de los 60 años, por lo que me paran y me piden el carné de identidad. Cuando ven que tengo 58 me dicen que vuelva dentro de 2 años”.
Los soldados eligen quiénes entran a rezar, por lo que frente a la entrada al recinto, vuelven a producirse enfrentamientos. Los jóvenes tienen que quedarse atrás.
“No me han dejado entrar, sin ninguna razón. No creo que haga falta una razón para no permitirme la entrada, incluso hasta mi propia dirección está ahí, dentro de la ciudad vieja”.
Desde las recientes declaraciones de miembros del gobierno israelí, que pretenden bloquear el acceso durante el mes del ramadán, la tensión ha aumentado. Y se teme que este pueda ser el detonante de una oleada de violencia en Jerusalén.