Fotografía: DW / Nicolas Tucát /AFP / Getty Images

El lunes al caer la noche, los bomberos continuaron su contrarreloj, casi 48 horas después del derrumbe de un edificio en el centro de Marsella causado por una explosión sin esclarecer. La esperanza de encontrar supervivientes se esfumaba, tras el hallazgo de los primeros cinco cadáveres.

En la pila de escombros en el 17 Rue de Tivoli, los rescatistas primero encontraron dos cuerpos durante la noche del domingo al lunes. Luego dos más, por la mañana. Y finalmente un quinto, por la tarde. No se dio indicio sobre la identidad de estas personas, quienes deberán ser identificadas en el marco de la investigación judicial abierta por homicidio culposo.

Pero del lado de los bomberos, todavía había esperanza de encontrar personas con vida bajo los escombros: “Por supuesto, esperamos encontrar focos de supervivencia, eso es lo que nos impulsa”, explicó a la AFP el teniente Adrien Schaller.

El domingo por la noche, durante una conferencia de prensa, el fiscal de la República de Marsella mencionó a ocho personas presuntamente desaparecidas en el número 17 de la Rue de Tivoli, que no respondieron a “ninguna llamada” de sus familiares. “Gente de cierta edad y una pareja joven en la treintena”, dijo el magistrado sobre los habitantes de este edificio de cuatro plantas, con cinco apartamentos.

Al caer la tarde de este lunes, tres personas aún podrían estar bajo los escombros, tras el derrumbe de este edificio cercano a un distrito conocido por sus bares y restaurantes.

Los rescatistas continuaron su trabajo, sin descanso, ayudados por perros, drones y sondas térmicas. En total, ya se han evacuado más de 500 metros cúbicos de escombros, del edificio pero también del 15 rue de Tivoli, derrumbado pocas horas después de la explosión del domingo, después de haber sido evacuado por completo.

Ante estos “trágicos hechos”, Benoît Payan, alcalde de la segunda ciudad de Francia, decidió arriar las banderas del ayuntamiento y de todos los ayuntamientos del sector. Asimismo, se abrirán registros de condolencias.

– Explosión aun sin explicación –

En total, cerca de 200 personas, incluidas varias familias, fueron evacuadas como medida de precaución de una treintena de edificios circundantes. El lunes, los habitantes de 61 de estas 220 viviendas pudieron acudir a recoger algunos efectos personales, a la espera de poder volver pronto. Según el capitán de fragata Pascal, comandante de las operaciones de socorro este lunes, este operativo se repetirá el martes, para otras personas que aún no han podido recuperar sus pertenencias. Y para algunos habitantes, de cinco o seis edificios, será quizás ya la vuelta, “con luz, pero quizás sin gas”; sin embargo, advirtió el militar.

Para los niños del barrio, será la vuelta al cole, después de la Semana Santa. Incluso si algunos de ellos no podrán volver a sus hogares habituales después. Los alumnos de la escuela primaria Franklin-Roosevelt, situada en la Rue de Tivoli, serán incluso privados de sus aulas, ya que este edificio ha sido requisado por los marine-bomberos para instalar su puesto de mando.

Sus padres han sido notificados y serán enviados a diferentes escuelas del vecindario. Como suele ocurrir en esta ciudad, se ha organizado la solidaridad. Numerosas asociaciones de padres de alumnos del barrio y vecinos se han movilizado para ofrecer alojamiento, vestuario y asistencia psicológica a las personas evacuadas por precaución de los edificios aledaños.

En una ciudad marcada en las últimas semanas por la proliferación de tiroteos mortales vinculados al narcotráfico que han costado la vida a varios jóvenes de barrios obreros, este fatal derrumbe ha provocado una nueva conmoción.

Continúa la investigación para determinar las causas de la explosión, siendo parte de las vías una fuga de gas, según las autoridades. “La explosión se sintió en todas partes de la ciudad y más aún aquí en el distrito de Camas, donde el impacto fue considerable”, dijo el lunes Yannick Ohanessian, teniente de seguridad de la alcaldía: “fue extremadamente violento, increíble, y como tal potencialmente movió los edificios adyacentes, así que tenemos que estar atentos”.

Si bien la tragedia del domingo despertó las imágenes de un anterior derrumbe mortal (ocho muertos) de dos edificios insalubres en noviembre de 2018, Rue d’Aubagne, en otro distrito del centro de Marsella, la situación es muy diferente esta vez en Rue de Tivoli, “estos no son edificios insalubres en absoluto”, subrayó el alcalde, fiscal y prefecto.

Cortesía: AFP

 

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